Nunca he sido hombre que luchase por aspiraciones y sueños inconcebibles, nunca pensé en dar la vida por otras personas, pero si las hay a las que le he ofrecido mi corazón en la más tierna de las confianzas con el miedo a terminar lastimado.
Perdónenme si cierro los ojos y fantaseo pero permitidme volver a soñar los imposibles que hacen bombear sangre a mi corazón.
No soy rico ni poseo de recursos para ello pero no dudes de que si los tuviera te haría volar, te haría soñar y seguro bien cercano de mi mano para que no temas a la caída, porque yo nunca te dejaré caer, quisiera ser yo mismo las alas que cuidasen de ti pero...
solo soy un hombre.
Cierra los ojos, cuenta hasta diez en voz alta y abre tu mente
ahora dime
¿Qué es lo que ves?
Habla con ojos cerrados y sueña, oye a mis labios dedicarte los más bellos reclamos.
Yo te lleno de besos y tú embriagas mis sentidos.
No soy rico ni tengo poderes para aliviar tus heridas pero pretendo ser el apoyo que nunca te falte, el alma que complemente tu ser, te cuide y guíe.
Soy pobre y humilde
Tan solo soy un hombre que escribe las más bellas frases para hacerte surcar el cielo.
Cierra los ojos y cuenta hasta diez.
El tiempo seguirá pasando y mis labios seguirán adictos de tu sabor.
Soy pobre y no tengo recursos para convertirte en la persona más feliz sobre la faz de la tierra pero...
permíteme coronarte como rey de mi propio mundo.
Déjame arrancarte una nueva sonrisa.
Monta sobre mis hombros y te mostraré aquello que las aves llaman libertad.
Soy pobre pero simplemente soy un hombre que quiere mostrarte los pequeños pedazos de felicidad que pueden despertar los minúsculos detalles de este mundo modesto.
El amor más dulce y más cálido dentro de un glaciar eterno que la gente conoce como
la cárcel del recuerdo.
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