martes, 9 de agosto de 2011

Habitación de Caos



En el oscuro fulgor de los tiempos está el retorno a la decadencia de nuestro ayer... el decline a la inmundicia, la deshonesta sociedad que sentencia la más frágil flor contra el muro del dolor... Entre estas paredes llenas de historias nunca contadas hoy escribiré la mía, y dentro de los llantos de la edad miles de palabras seguirán escritas aquí por toda la eternidad... ODIO, DOLOR, SOLEDAD .

Ojala el tiempo hubiese podido aliviar este corazón corrompido y maltratado por la frivolidad inhumana de las personas... sin embargo no hubo tiempo para ello... DIOS no dio cobijo a un alma más.
Él nos condena al sufrimiento de una vida carnal, él... no conoce el perdón.

¿Qué pudo suceder para que el destino se cebará con tanto dolor ajeno?

¡Maldita espiral de infortunios!

Con estas manos pues tañeré las paredes del dolor en las que me veo envuelto. Que de mis manos brote la sangre que escribirá un nuevo legado en la tapia de las mil palabras, con ella sellaré la maldita habitación de Caos, finalizarán los llantos y sufrimientos de la soledad, que Dios sea testigo como un ángel caído más que como ley del supremo orden.

Porque estas lágrimas que ahora recorrerán la paredes impregnadas de sangre fueron las súplicas de un alma que fue repudiada por el perdón de alguien mayor.

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